viernes, febrero 03, 2017

Call for Papers: la calle (XIX-XXI)



CALL FOR PAPERS
Coloquio internacional Callejeando/la rue dans tous ses états/a rua em todas as vias 
Mundos ibéricos (Europa, América, África, Asia) siglos XIX-XXI 

Université Paris Nanterre (Francia)
12 y 13 de octubre de 2017


ORGANIZADORAS
Graça Dos Santos
Paola García
Catherine Heymann
Lina Iglesias
Marie Lecouvey
Mercè Pujol
Eva Touboul

La calle, elemento constitutivo de la ciudad, ha ido cambiando a lo largo de los siglos. Permite relacionar los espacios, las funciones y los grupos sociales y es una forma urbana con configuración, arquitectura e historia propias, con sus propias lógicas, dinámicas y usos. Sus prácticas y representaciones se vinculan con el espacio urbano en el cual se inscribe y también dependen de factores políticos y socioeconómicos. Pudiendo variar notablemente el “sentido” de la calle, es preciso considerarla con cierto relativismo, teniendo siempre en cuenta la noción de escala. 
Al cabo de tres años de reflexión común, consideraremos la calle en los mundos ibéricos en sus dimensiones funcionales, socioeconómicas, políticas y culturales, partiendo de los lugares y elementos que la componen, de sus actores y creaciones. 

La fecha límite de envío de las propuestas de comunicación (título provisional, resumen de 150 palabras como máximo y de 3 a 5 palabras clave) es el 15 de marzo de 2017. Se mandarán en formato word a la siguiente dirección: colloquelaruenanterre@gmail.com Las lenguas utilizadas pueden ser el francés, el español o el portugués. Las respuestas se darán en un plazo de un mes.

Se privilegiarán cuatro ejes: 

a) la “calle del urbanista”, retomando la expresión del historiador Maurice Garden que también la define como “espacio material acondicionado”. La estructuración de la calle, emblemática de una voluntad reguladora reflejada en el trazado urbano de los antiguos imperios coloniales, se hizo por etapas, conforme a la construcción del conjunto de la ciudad. Estuvo vinculada, a largo plazo, con la individualización del hábitat, la circulación de los productos alimenticios, la evolución de los transportes y luego con la expansión urbana – desigual y más o menos controlada- de los siglos XIX y XX, lo que generó la metropolización muy presente en numerosos países latinoamericanos. 

b) Un espacio socioeconómico: espacio de paso y de intercambios, la calle dibuja la fluctuante “geografía” de las actividades económicas. En esta perspectiva, considerar las decisiones de los que ahora son designados como los actores económicos es imprescindible para comprender las dinámicas de la calle en general: sus opciones de localización y sus inversiones condicionan en parte la evolución de los paisajes y las prácticas. También los actores públicos (administraciones, ayuntamientos, etc.) tienen un papel fundamental (autorización de apertura de negocios varios; permiso de construcción). Semejante análisis permite reflexionar sobre las relaciones entre poderes locales, intereses económicos y corrupción. 
Por otra parte, la calle también es el lugar de la marginación y la exclusión social que favorecen el desarrollo de una economía paralela e informal. También ahí, considerar actores sociales (médicos, docentes o fuerzas del orden) permite un mejor entendimiento del funcionamiento de la calle. 

c) Un espacio simbólico: orden y desórdenes. La calle es el espacio de la expresión simbólica de la potencia de los dirigentes por medio de los desfiles militares, las procesiones religiosas o las fiestas nacionales. En la puesta en escena del espacio urbano, la calle presenta varios aspectos: se inscribe en un recorrido predefinido por la autoridad; determina un “escenario” (fachadas, balcones, monumentos) y un público, con la muchedumbre, espectadora, enmarcada por las fuerzas encargadas de “mantener el orden”. 
En la lucha por el poder, la calle también es un lugar de expresión política “directa” durante los golpes de Estado, las proclamaciones de resultados electorales o las protestas. Puede convertirse en un lugar de enfrentamiento: viene a ser el espacio que “el pueblo reconquista” con su cortejo de violencias y represiones. 
Reflejando desigualdades y tensiones sociales, la calle en ciertos barrios residenciales iberoamericanos puede ser “bunkerizada”; pero también puede ser un lugar de placeres, diversiones, convivencia, emociones y fiestas como los carnavales (de los cuales Brasil es el paradigma) o los “actos solemnes” deportivos, en particular futbolísticos. No por ello deja, en ciertos casos, de servir intereses económicos (o políticos). 

d) Un espacio de creación artística e idiomática. Este eje se centrará en dos aspectos: 

-Palabras de la calle/palabras en la calle: la calle es un espacio lingüístico, la comunicación y el multilinguismo gráficos están presentes en signos linguísticos: carteles, placas, anuncios, murales, grafitis. Eso permite observar la configuración demolinguística de las calles y el poder de sus habitantes y sus diversos idiomas. La calle es el escenario de los procesos socioculturales que se suman y se reflejan en la dinámica de las variaciones linguísticas. 

- Artes y calles/artes de la calle: a ambos lados del Atlántico, fuera de los lugares oficiales, se han multiplicado espectáculos de calle, renovando las prácticas artísticas en la música, el teatro, la danza o las artes marciales. Al ocupar temporal y simbólicamente el espacio público, estas manifestaciones reinventan o restablecen relaciones con el público y pueden, más allá del instante, contribuir a profundizar la percepción y la reflexión sobre el espacio urbano. De igual modo, el arte callejero, esencialmente efímero y dirigido a un amplio público, ya ha demostrado, particularmente en Latinoamérica, que podía generar beneficios económicos y sociales. 

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