lunes, febrero 11, 2013

Guerras de plumas. Publicidad y culturas políticas en la España del siglo XVII

Héloïse Hermant
Guerres de plumes. Publicité et cultures politiques dans l'Espagne du XVIIe siècle

Madrid, Casa de Velásquez, 2012, 582 págs., 59 €.

Esta obra estudia las polémicas que sostuvo don Juan José de Austria con los sucesivos validos durante la minoría de edad de Carlos II. Al término de esta guerra de plumas, el príncipe conseguirá el exilio de los favoritos y se convertirá en primer ministro. La presente investigación muestra, gracias al análisis de esta peculiar trayectoria, prácticas políticas que, apostando por el poder de la pluma, permiten no solo resistir a las autoridades sin desobedecer abiertamente, sino culminar con éxito una ascensión en el seno del poder. Don Juan aprovecha la dinámica de los textos para negociar con brío, en la arena polémica que estos enfrentamientos generan, su lugar en la corte. La disidencia ya no se esconde tras el anonimato de los libelos para evitar represalias sino que se sirve de la tribuna que ofrece la escritura polémica para ponerse en escena y volverse intocable. Valiéndose de diferentes medios de persuasión y movilización (difamaciones, rumores, marchas sobre Madrid), los juanistas ejercen presión sobre el poder a la vez que consiguen evitar la rebelión canalizando el estallido de la violencia. De esta forma, ensanchan los contornos del público político, modifican las prácticas del poder y socavan ciertos paradigmas de la cultura política. Por otro lado, al explotar las discrepancias existentes en el seno de los consejos, don Juan paraliza las instituciones y abre la senda hacia un nuevo arte de la negociación política que contiene en germen la diversificación de los polos del poder. Esta obra colma pues un vacío, en la historia del poder curial y de las facciones cortesanas, entre los trabajos que estudian el reinado de Felipe IV y los que se centran en la corte de la mayoría de Carlos II, desgarrada por las camarillas.
La originalidad de este príncipe residió en su capacidad para aglutinar a su alrededor a un amplio público sin tener que persuadirle de que se adhiriese a su causa. En las sucesivas crisis de la regencia, su bando pasa de facción a partido gracias a un proceso de desingularización de la causa juanista que permite, a través de un manifiesto, exponer reivindicaciones claras susceptibles de ampliar el reclutamiento. Dicho partido se transformará posteriormente en movimiento de opinión cuando, defendiendo intereses sectoriales o dirigiéndose simultáneamente a diversos destinatarios (mediante la multiplicación en un mismo escrito de los registros de cultura, lengua y creencia), rebase la lógica del grupo para abarcar públicos más heterogéneos. Semejante dispositivo permitió que nuevos estratos de la sociedad se incorporasen a la lucha política a la vez que se diversificaban las formas de adhesión. Así, esta obra explora la participación de las poblaciones en la construcción de causas colectivas, definiendo los marcos, las estrategias y los tipos de movilización mediante la identificación y la fabricación conjunta de un público y un adversario, a la vez que echa nueva luz sobre la espinosa cuestión de la politización de agentes sociales ordinariamente excluidos de la esfera institucional.
Este estudio explora las interacciones entre ideología, práctica y acción a través del análisis de los conceptos que designan el poder. Evalúa los cambios de la cultura política historizando los imaginarios políticos bajo el juego de las guerras de plumas. Sin duda, la ausencia de competitividad en la legitimidad real de una monarquía limita la capacidad movilizadora de los libelos y dificulta cualquier subversión del horizonte de la cultura política. Sin embargo, la sistematización inédita de esta guerras de plumas plantea la hipótesis de un nuevo régimen de publicidad que evidencia el paso de una política de visibilidad dimanante del poder y destinada a la prescripción, a un espacio de discusión donde las autoridades ya no son intocables sino que bajan a la arena. Este estudio no pretende retrazar la génesis de una “opinión pública” postulando la evolución lineal de tal fenómeno. Cuestiona la validez de las categorías de análisis contemporáneas (opinión pública, golpe de Estado) y reinscribe las formas de oposición y de disidencia política en su marco político, religioso y cultural original. El interés suscitado por estas luchas origina un nuevo público y el análisis formal de los medios empleados por los libelistas para subyugarlo y ampliarlo revela también esferas de publicidad originales que no se confunden ni con la esfera aclamativa al servicio del soberano, ni con la opinión pública de la Ilustración.

Reseñas:
Casa de Velázquez
Librería Droz

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